Una de las claves para salir del lugar donde estamos atascados en la vida, es entender quién somos.
La fuente de la falta de felicidad es el estar viviendo una vida que no es acorde lo que somos en realidad. Cuando somos lo que somos entonces estamos felices, es algo demasiado simple. Muchos dicen que el objetivo de la vida es ser feliz, e incluso se atreven a decirlo en nombre de la Cabalá, pero eso no es cierto. La felicidad es solo un resultado de que estás cumpliendo ese objetivo. El objetivo de la vida es ser lo que tú tienes que ser. Ser lo que la Divinidad ha pensado y te ha creado para que seas. Si lo haces, no podrás evitar ser feliz. No importa lo que ocurra a tu alrededor. Estarás experimentando lo Divino en tu interior, plenitud.
La mayoría de nosotros nos vemos envueltos en patrones de una personalidad muy diferente a lo que somos en realidad, y eso nos provoca un profundo sentimiento de exilio. Estos patrones a veces los hemos adoptado de nuestro entorno, a veces nos lo han inculcado nuestros padres y a veces los hemos adaptado por experiencias difíciles en la vida, como un método de supervivencia subconsciente.
No es sólo una cuestión de metas, pues muchas veces se trata de gente que no para de hacer más y más cosas, alcanzar más y más cimas, pero si les preguntas si son felices te van a contestar que se sienten completamente vacíos. Muchos van al Coaching y les llenan de metas, las cumplen, se sienten realizados por algún tiempo, y después vuelven a sentir el vacío que siempre les llena.
¿Cuál es el motivo? ¿Será que la vida consiste en conseguir metas frenéticamente? ¿No podemos irnos de vacaciones y sentir felicidad? ¿Es la vida una competición?
Es cierto que la felicidad en gran parte depende del crecimiento continuo que tengas como persona, pero solo con la condición que estés corriendo hacia al lugar correcto, que estés escalando la montaña adecuada, que estés haciendo algo que sea acorde a lo que tú eres realmente. Podemos estar corriendo mucho, pero a veces al correr solo te alejas del lugar donde deberías llegar. Correr y hacer no lo es todo.
Muchos Coach dicen: “Llegar a alcanzar lo que quieres”, llegar a ser quien quieres ser”… Pero déjame preguntarte: ¿Qué pasa si estás queriendo ser algo, porque estás huyendo de ser lo que eres? ¿Qué pasa si en tu infancia te sentiste tan mal sobre ti mismo, que siempre deseaste ser como el vecino o la vecina que todos admiraban?
No voy a negar que muchas veces lo que queremos es una indicación de lo que somos en nuestro interior, pero esto no es siempre así.
Lo primero que debemos hacer es entender quién somos.
En principio es una pregunta trivial. ¿Hay alguien que no sepa quién es él mismo o ella misma?
Yo preguntaría mejor, ¿Hay alguien que realmente lo sepa?
Según la Cabalá el ser humano puede dividirse en diferentes niveles:
Su cuerpo y sus acciones (Nefesh)
Sus sentimientos y emociones (Ruaj)
Sus pensamientos (Neshama)
Sus Necesidades y voluntades básicas (Jaya)
Su “Yo” que es en sí la unidad de todo su ser (Yejida)
Cuando hablamos de unidad debemos entender que hay cuatro dimensiones en el ser humano y además hay una quinta que es la unidad de todas ellas. No son meramente las cuatro juntas, sino que cuando las cuatro están alineadas y en armonía se accede a un quinto nivel llamado Ijud (unidad), la unidad del ser. Eso somos en realidad.
Para que sea más fácil de entender, te pondré un ejemplo: Una casa, no es simplemente un conjunto de materiales de construcción. Éstos, unidos de una manera concreta, forman una unidad, que es una casa. La unidad da lugar a algo totalmente nuevo.
De la misma manera, una empresa no es meramente la suma de sus empleados y sus respectivos trabajos. Cuando todos los detalles formen una unidad armónica, esta empresa tendrá un sentido que va mucho más allá de esos detalles.
De la misma manera cuando pongamos en armonía todos los niveles de nuestro ser, sacando de ellos su potencial, experimentaremos a nuestro Yo superior.
De ese nivel se dice en la Cabalá que es como una chispa que se desprendió de la Divinidad. Es el alma del mesías que hay en cada uno de nosotros. El ser completo que puedo llegar a ser. Es la Luz de la Divinidad iluminando.
Es por eso que en la Cabalá (igual que en el Coaching) se cree que cada uno de nosotros tiene todos los recursos para llegar a ser lo que la Divinidad pensó para nosotros. En verdad no necesitas a Cabalá Coach, ni al Rabino Daniel para cambiar. El cambio es tuyo, todo está en ti. En ti están todos los recursos para superar todo lo que has pasado o puedas pasar en la vida.
Tú has sido pensado desde antes, programado a la perfección para poder vivir la vida que tienes. No eres un error, aunque a veces te lo parezca. Estás en el lugar correcto, en el tiempo correcto, naciste de los padres correctos, pasaste lo que tenías que pasar, ni más ni menos. Eres potencialmente una chispa de la Divinidad.
Muchos se identifican solo con su cuerpo y sus sentimientos, otros lo hacen solo con sus pensamientos, otros con sus necesidades, pero nuestro “Yo” va más allá, y debes elevar tu nivel de conciencia dejando de identificarte con todo ello. Tú no eres lo que observas, eres el observador.
¿Nunca has escuchado dentro de ti: “Yo puedo mucho más”, “Podría ser otro/a”…?
Sí, es tu “Yo” llamándote.
Hablaremos más adelante de ese “yo potencial”, que es quién realmente somos y cómo alcanzarlo. También trataremos sobre el dolor, que es la diferencia entre tu “yo actual” y tu “yo potencial” y cómo podremos aprovechar esa energía maravillosa dentro de nosotros si no dejamos que se convierta en sufrimiento.
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¡Vive iluminado!
Viviendo con confianza y abandono en manos de Dios ,es el más corto camino hacia la libertad, tanto del cuerpo como del alma.
La vida es una constante entrega en manos de Dios , yo trato de vivir con confianza y abandono en sus benditas manos , no es fácil, pero hay algo mejor en este mundo que vivir en El ? .
Estimado Rab
Estoy feliz de haberlo encontrado. Su curiosidad, generosidad y anhelo de bien me conmueven.
Gracias!!!