tiferet - sentido y valor
Cuando tu Sefirá más dominante es Tiferet, tu necesidad más básica es la de tener valor, sentido y singularidad, esto te llevará a buscar siempre un significado en tu vida, considerarte único y especial en lo que eres y haces (como veremos a continuación esto no tiene que ver con el orgullo necesariamente).
Empezaremos entendiendo las consecuencias negativas que puede tener esta necesidad cuando no la usamos correctamente, pero ¡no te desanimes! Pues más abajo tendrás también las respuestas de como usarla para sacar lo mejor de ti.
Cuando esta necesidad no esta rectificada y nos domina las consecuencias mas frecuentes son:
- Eres orgulloso.
- Competitivo, te valoras comparándote a los demás.
- Tienes la tendencia de solo influenciar y no dejarte influenciar.
- Te sientes superior u otros pueden considerar que lo haces.
- Te cuesta tomarte tiempo para relajarte y divertirte.
- Necesitas ser escuchado, a veces incluso obedecido por los demás.
- Eres demasiado duro contigo mismo poniéndote estándares por encima de tus capacidades.
- Eres perfeccionista y esto te puede llevar a vivir frustrado.
- No soportas fallar o fracasar lo que afecta considerablemente tu autoestima y te causa vivir triste y desanimado.
- Tu necesidad de ser singular todo el tiempo te puede llevar a la soledad.
Tus peores enemigos son el ego y el orgullo. Puedes estar valorándote por tus éxitos y resultados, y no por quién eres en esencia y tus esfuerzos de crecer. Cuando te están yendo bien las cosas te puedes sentir tenso y estresado por mantener tus resultados. A la vez cuando vengan las caídas y los fracasos inevitables de la vida vas a sentir una gran decepción, lo que te puede llevar a vivir frustrado y triste. Esto hará que en muchas ocasiones no puedas soportarte a ti mismo.
Muchos piensan que la falta de autoestima viene por no tener suficiente orgullo y es todo lo contrario, el orgullo es el que nos lleva a la falta de autoestima. Cuando nuestro amor propio es resultado del ego, tenemos tantas expectativas de nosotros mismos que cuando no se cumplen se nos cae un ídolo. Es por eso que en muchas ocasiones nos vemos tristes y con mucho temperamento.
Ademas esto nos puede llevar a comportamientos autodestructivos (subconscientes), que nos den temporalmente algo del significado y la singularidad que tanto buscamos. Algunos se quedan en cama o incluso desarrollan enfermedades subconscientemente, porque así serán “pobrecitos” y victimas de la situación, y se sentirán especiales por ser los más dignos de pena. Otros al ver que no pueden ser especiales siendo los mejores, deciden buscarla en el lado opuesto, y lo hacen siendo los peores y llamando la atención. En otras ocasiones buscan suplir esta necesidad teniendo “momentos especiales” con las drogas, alcohol, sexo o comida en exceso, comprar por encima de sus posibilidades, una vida desmadrada que con el tiempo les pasa factura.
También puedes estar buscando cubrir esta necesidad, comparándote y compitiendo con otros. Teniendo la necesidad de estar por encima y dominar a los demás. Eso suele causar grandes conflictos en las relaciones sociales, familiares y de pareja.
“Si no soy lo que he pensado ser, soy un desastre”, “Tener fallos es terrible”, “O todo o nada”, “Si no es perfecto no vale la pena”, “Las pequeños fallos lo destrozan todo “, Pueden ser creencias ocultas en tu subconciente que te estén llevando a lugares que no deseas.
Cuando esta necesidad está rectificada y la usamos para nuestro crecimiento, las consecuencias son:
- Amas ser quien eres.
- Eres un líder y amas influenciar a la gente.
- Eres un ejemplo para los demás. La gente te admira.
- Eres una persona profunda, siempre buscas un motivo en las cosas.
- Eres una persona espiritual.
- No te limitas a ser como la mayoría. Te encanta el crecimiento personal.
- Estas dispuesto a sacrificarte por tus valores.
- Tu competitividad te hace ser muy bueno en lo que haces.
- Sabes tener amor propio sin necesidad de ser alguien orgulloso.
- Crees en tus posibilidades por eso llegas lejos.
- Tienes mucha determinación, cuando crees en algo lo haces hasta el final.
- Eres íntegro, no te engañas a ti mismo ni a los demás.
- Conoces el equilibrio correcto entre dar y recibir.
Tus mejores amigos en este proceso de crecimiento personal deben ser: La Gracia, la humildad, la aceptación y el amor.
Cada uno de nosotros ha sido diseñado meticulosamente para aportar Luz a este mundo. No hacemos nada para merecerlo, somos el resultado de un amor Divino incondicional y eterno: Gracia.
De igual manera, lo que somos, nuestras habilidades, nuestras victorias e incluso nuestros fracasos son el resultado de esa Gracia Divina (si así lo creemos). Igual que eres amado incondicionalmente por esa Gracia, debes amarte incondicionalmente, Amar lo que eres por el simple hecho de serlo y no por lo muy bueno que puedas ser. “Ama a tu prójimo, como a ti mismo”, si no te amas a ti mismo de esta manera, no podrás amar tampoco a los demás.
Cuando lo hagas, serás tolerante contigo mismo, con los de tu alrededor y con las situaciones de la vida. Encontrarás un sentido a todo. Un sentido mayor que te llevará a vivir una vida llena de felicidad y plenitud.
Para eso necesitas practicar la aceptación (Cabalá). Debes añadir a tu voluntad de alcanzar la plenitud, una profunda aceptación por todo lo que eres y ocurre a tu alrededor. Acepta incluso tus resultados no tan buenos, confórmate con saber que has hecho lo máximo que podías. Observa solo los resultados como un método de aprendizaje: ¿Cómo podrá ser mejor la próxima vez? ¿Qué hubo de bueno en fallar?
Muchos temen hacerlo porque piensan que de esta manera dejarán de crecer, pero es todo lo contrario, la aceptación te dará la paz, la satisfacción y la fuerza para seguir creciendo y no estar frustrado.
Otra cosa imprescindible es que debes hacer una clara diferencia entre la admiración y el amor. Aprende a valorar el amor por encima de la admiración.
Cuando adoptes la humildad como filosofía de vida, y entiendas que estás en este mundo para servir a algo mayor, tu vida se llenará del sentido que tanto anhelas.