Día 1. Jesed de Jesed

¡Shalom querida comunidad de Cábala Coach! 

Hoy es el primer día de la Cuenta del Omer, por lo tanto nos encontramos rectificando el Jesed de la Sefirá de Jesed. En nuestra introducción ya vimos que el Jesed se trata de dar. Se trata de la influencia de dentro hacia fuera. Es ese movimiento de expansión, ese movimiento de altruismo completo. Un movimiento impulsado por el amor.

Jesed es la voluntad de influenciar y dar, sin tener ningún motivo para ello. Simplemente por el hecho de dar en sí mismo. Así pues el Jesed del Jesed es esa voluntad de dar e influenciar en su estado más puro.

Muchas veces damos y hacemos Jesed con otros pero miramos a quien lo hacemos, miramos si realmente lo merecen o no lo merecen, lo cual no es necesariamente negativo. Sin embargo, el primer día del Omer empieza con el Jesed en su estado más puro, el cual no tiene que ver con aquel que va a recibirlo sino que se da por el simple hecho de dar. Se ama por el simple hecho de amar. Cuando amamos sin juzgar al que tenemos delante, sin juzgar si lo merece o no lo merece y amamos por el simple hecho de amar estamos en el lugar de Jesed de Jesed.

Jesed de Jesed es ese amor, es esa dádiva que no espera nada a cambio porque la recompensa es el amor o la oportunidad de dar a otros en sí. Cuando damos, estamos siendo a imagen del Creador que creó este mundo como un acto de puro altruismo. Si nos paramos a pensar, el En Sof (El Infinito) es completo en sí mismo. No necesita nada. Si dijéramos que creó el mundo con un cierto interés o porque le faltaba algo que ahora tiene y que no tenía antes, significaría que este Dios sería limitado. Así pues el único motivo para que haya creado el mundo, es un acto de puro Jesed, de puro altruismo. Por tanto cuanto más Jesed haya en nosotros más nos parecemos al Creador.

Ahora pasemos a la práctica. Durante el día de hoy propongámonos hacer Jesed, hacer bondad con alguien sin elegirlo. Aquel que el Creador, en Su Supervisión Divina nos ponga delante. Alguien que se cruza en nuestras vidas, alguien de repente vemos, alguien que de repente nos llama o nos encontramos. Veámoslo como una oportunidad de hacer Jesed sin juzgarlo y sin elegirlo. Dale algo. Puede ser algo sencillo como una sonrisa, caridad si es alguien necesitado, puede ser una buena palabra, puede ser hacerle un favor… Como es Jesed de Jesed, no esperaremos nada a cambio. Este sería el primer ejercicio de hoy.

Y tenemos un segundo ejercicio. Hemos dicho que al Jesed de Jesed no le importa a quién le estamos dando o amando. Pero antes te tengo que contar algo brevemente.

Sabes que vemos en la Torá un personaje llamado Balaam y fue contratado por otro personaje llamado Balac para maldecir al pueblo de Israel. Cuando fue a maldecir al pueblo de Israel, Dios convirtió su maldición en bendición. Solemos pensar que una bendición es un deseo para suplir una falta. Alguien no tiene algo y se le bendice para que lo tenga. Sin embargo en Balaam vemos que las bendiciones no era más que descripciones de las cosas buenas que esencialmente ya tenía el Pueblo de Israel. El hecho de remarcar sus cosas buenas ya era considerado una bendición por la Torá. Por tanto una bendición es ver las cosas buenas que potencialmente tiene la persona que tienes delante.

En la Cabalá sabemos que juzgar a alguien para bien o para mal influye positiva o negativamente en la persona. Es algo que tenemos que tener muy en cuenta. ¿En qué te fijas de tu pareja?¿En qué te fijas de tus hijos? Si solo nos fijamos en sus cosas malas para corregirles obviando los puntos buenos, estamos dejando de bendecirles. Así que, acostúmbrate a ver los puntos buenos de los demás, juzgándoles para bien porque los bendecirás y les influirás para bien.

Como en Jesed de Jesed no miramos si el receptor lo merece o no, vamos a hacer un ejercicio que cuesta bastante hacer pero que es muy provechoso. Vamos a elegir a alguien que nos cuesta… que nos ‘caiga mal’ y vamos a tratar de buscar en él de 3 a 5 cosas buenas. Vamos a escribir su nombre en un papel y vamos pensar y a escribir esas cosas destacables para bien.

El hecho de ver cosas buenas en esa persona, ya supone una influencia positiva y una bendición para ella y como lo estás haciendo con alguien que te ‘cae mal’ que seguramente pienses que no lo merece, ejercitarás Jesed de Jesed. Estarás dando por el hecho de dar.

Vista la parte práctica veamos la palabra correspondiente en el salmo 67. Es la palabra Elohim. Y no en vano es Elohim, pues es el nombre con el que Dios decidió crear el mundo. Hoy es un día para meditar en el Jesed del Jesed de la Creación. En la bondad que Dios hizo con su creación. Ese acto de altruismo que es incomprensible por nuestra mente de haber creado todo este mundo y a cada uno de nosotros que somos un mundo pequeño, como dice el Zohar un Olam Katán.

Y en el rezo Ana Bejoaj tenemos la palabra ‘Ana’ que es la primera palabra que pertenece al primer día de la cuenta y que significa ‘por favor’. Cuando utilizamos esta palabra, estamos suplicando. Si lo hacemos con Dios, estamos ‘despertando’ Su atributo de Jesed. Tenemos que acostumbrarnos a pedirle al creador solo y únicamente por Jesed. No le digas al creador: “Yo he hecho esto bien, entonces dame esto otro” porque entonces limitarás el Jesed a tus actos.

Hoy cada uno de nosotros vamos a hacer una petición a Dios y vamos a decir: “No estoy pidiendo esto porque piense que lo merezco, estoy pidiendo esto porque sé que tú eres Jesed”.

Shalom y nos vemos mañana con la siguiente Sefirá.