Día 16. Guevurá de Tiferet

¡Shalom! Bienvenidos a un día más de rectificación en el proyecto “49 días para rectificar tus Sefirot”

Hoy contamos dieciséis días del Omer y ya son dos semanas y dos días. Nos encontramos en la segunda Sefirá dentro de la Sefirá de Tiferet, es Guevurá de Tiferet.

Dijimos que Tiferet es llamada Emet, verdad y es que la verdad, la sinceridad en cada uno de nosotros no es algo sencillo, por cuanto la sinceridad, la verdad interna, no es algo dogmático, no es que siempre haya que hacer esto para ser sincero o siempre haya que hacer lo otro. Un día éste mismo acto será correcto y el mismo acto, la misma actitud en otra situación muy distinta será incorrecto.

A veces actuar con Guevurá, con fuerza, contraer, decir no, rechazar, incluso poner un tono más valiente, será lo correcto y en otro momento la misma actitud quizás incluso con la misma persona, será totalmente incorrecta y un grave error porque la verdad es algo complejo, compuesto y que es como un arte.

Hay que saber convertirlo en un esplendor, hay que saber armonizar los dos lados, las dos opciones que tengas hasta que esto se convierta en algo esplendoroso.

Aquí es donde entra la función de la Guevurá que hay en Tiferet, uno necesita Guevurá para llegar a este nivel de Tiferet de sinceridad interna, para llegar a ese nivel de verdad en cada momento, en cada acción y en cada situación en la vida.

La Guevurá nos limita de comportarnos de cualquier manera y nos dice: “¡Eh! Piensa bien si lo que vas a hacer ahora es lo correcto”. No lo hagas porque lo hiciste ayer como una costumbre, como un movimiento de fuera hacia adentro que te sale automático. No, no, no retén ahora esto y fíjate si esa es la verdad, si esa es la sinceridad interna que tienes que aplicar, si es sincero lo que estás haciendo.

Se dice que el hombre es un animal de costumbres… y bueno es que si se mueve solo por costumbres, entonces es un animal, no es un hombre. Lo que nos diferencia de los animales es la capacidad de elegir, de tener reflexión intelectual.

Así pues, para parar de actuar según costumbres, según como suelo reaccionar por “naturaleza” entre comillas, por lo que estoy acostumbrado a reaccionar, necesitamos aplicar Guevurá para saber que mi reacción es sincera, si es una reacción de Tiferet.

Para eso tienes que primero detectar, si vamos al plano práctico, dónde actúas reaccionando como por costumbre. Cuando hago esto me gritan o cuando esto ocurre me enfado, cuando siento que no me escuchan alzo la voz. O por lo contrario cuando esto ocurre me quedo callado, o no digo lo que tendría que decir.

Y una vez detectada la reacción que haces por costumbre, ahora tenemos que aplicar Guevurá para que sea una reacción sincera, de Tiferet, que tiene esplendor.

Así pues, toma esa misma reacción que sabes que has cometido en varias ocasiones, elige tres ocasiones y piensa en cada una de las tres ocasiones “¿Cómo tendrías que haber reaccionado?”

Es posible que te salga que las tres tendrían que haber sido la misma reacción pero es muy posible que no, que veas que en cada uno de los lugares tendrías que haber reaccionado de una manera distinta para ser totalmente sincero o sincera y actuar con plena verdad, con pleno Tiferet en aquel momento.

Este ejercicio te ayudará a rectificar Guevurá de Tiferet y las próximas veces ya no reaccionarás según tu costumbre o lo harás menos y eso te dará un poco de tiempo de pensar y reflexionar: “voy a parar, voy a poner Guevurá para poder actuar con Tiferet”

Aquí vemos la importancia de la Guevurá y nos daremos cuenta pasando al Salmo 67 que la palabra de hoy es la palabra: “Elohim” que el esplendor Divino se revela en el mundo cuando el Creador demuestra la capacidad de hacer juicio, junto con la capacidad de hacer bondad, no solamente una de las dos.

Y en el Rezo del Ana Bejoaj tenemos la palabra “Guibor” es la misma palabra que Guevurá, no podría ser más exacto, pues hoy ilumina la luz de la Guevurá de Tiferet.

Hoy cuando digamos “Na Guibor” por favor Poderoso, pediremos Guevurá para nosotros también para poder actuar con el máximo Tiferet.

Y con esto terminamos por hoy, nos encontramos mañana con más enseñanzas para rectificar nuestras Sefirot en estos maravillosos 49 días.

¡Shalom!