Día 4. Netsaj de Jesed

¡Shalom! A todos los participantes del proyecto “49 días para rectificar tus Sefirot”

Nos encontramos en la primera semana que corresponde al Jesed y hoy hemos contado cuatro días para el Omer. Así pues hoy hablaremos de la Sefirá de Netsaj de Jesed.

La Sefirá de Netsaj que tenemos debajo de Jesed, en el lado derecho del árbol de las Sefirot, nos habla también, al ser una Sefirá de la columna derecha, de influencia y de ese movimiento de dádiva de dentro hacia afuera.

Netsaj significa tanto victoria como eternidad. Si te das cuenta, la victoria, la conquista es un movimiento de dentro hacia afuera, lo contrario de la Sefirá de Hod que es un movimiento de afuera hacia adentro, como veremos más adelante. También la eternidad es algo que se está dando todo el tiempo.

Acerca de la Sefirá de Netsaj, en particular, hablaremos más cuando lleguemos a la semana de Netsaj. Por el día de hoy vamos a centrarnos en uno de los significados del Netsaj que es “la eternidad”.

Los Sabios de la Cabalá nos explican que el personaje, la figura histórica que equivale a la Sefirá de Netsaj o que representa cierto aspecto de la misma, es Moshé (Moisés). Si nos fijamos todas las cosas que Moisés dio, que influenció al mundo son cosas que no han cesado, que han sido constantes y que tienen un carácter o cierto aspecto de eternidad.

Es por eso que se nos dijo que Dios no permitió que Moisés construyera el Beit Hamikdash, el Templo. No le permitió entrar a la tierra de Israel para construir el Templo, eso tuvo que esperar hasta la época más tardía del rey Salomón. Nos dicen los sabios que, de haber sido así, hubiera sido un Templo que no se puede destruir, porque todo lo que hizo Moshé tiene un carácter de Netsaj, carácter de algo que no termina. Por ejemplo La Torá que nos dio Moshé no se termina.

Hay filosofías que han nacido y han desaparecido durante la historia. La Torá no solo que no ha desaparecido, sino que ha dado lugar también a otras filosofías, que son “entre comillas” hijas de la filosofía de la Torá, aportando ellas también algo al mundo. Es más muchas de las ideas, muchos de los valores de una sociedad sana, en la cual todos querríamos vivir, vienen directa o indirectamente de la Torá que nos dio Moshé.

Nuestra fe, es que esta sabiduría y estos valores, tampoco terminarán nunca, porque vienen de aquel que representa Netsaj. Lo mismo ocurre con el pueblo de Israel que Moshé sacó de Egipto, donde por primera vez este pueblo fue llamado pueblo, después que Moshé fuera su primer redentor. Desde que Dios liberó a su pueblo a través de este representante de la Sefirá de Netsaj, este pueblo ha sido un pueblo que no ha podido terminarse, no se ha podido acabar con él.

Quizás uno de los pueblos más perseguidos de la historia, sin embargo es un pueblo que aún subsiste y aún tiene algo que dar al mundo. Así pues, vemos que las dádivas, las influencias de Moshé para con el mundo han sido influencias eternas, constantes, que no se terminan.

Cuando venimos a hablar de Netsaj de Jesed estamos hablando de la constancia y la eternidad de la bondad del dar. Y es que cuanto más constantes y más eternas sean las influencias de las bondades del Jesed que nosotros hagamos para con alguien o para con el mundo, más estaremos rectificando e iluminando la Sefirá de Netsaj de Jesed.

Son conocidas las palabras del gran sabio Maimónides, más conocido como el Rambam, Rabí Moshé ben Maimón, Sabio de la época medieval en España, en Sefarat, que nos dice: “Es mucho más grande conseguirle trabajo a alguien que darle caridad”.

Cuando damos caridad a alguien, estamos dando caridad y se terminó; cuando se le termine ese dinero entonces se habrá terminado nuestra buena obra, pero cuando le damos un trabajo, la bondad que hemos hecho con él es constante. Ahora él por un tiempo constante, no eterno del todo obviamente, pero sí duradero, podrá tener su sustento y no estará dependiendo de otros. No solo le habremos ayudado, sino que lo hemos hecho de manera permanente, obviamente hasta que él conserve ese trabajo.

Cada uno de nosotros tiene que pensar cómo puede elevar su bondad, su Jesed que está haciendo con otros o con el mundo en general. ¿Tienes cómo convertir el Jesed que ya haces, la bondad que ya haces con otros en algo más permanente? Quizás en vez de dar, ¿podrías por ejemplo pagar una educación, en vez de dar algo concreto? ¿Podrías, por ejemplo, con ese mismo dinero ayudar en una inversión? En vez de darle algo, ¿podrías ayudarle a conseguir un trabajo? ¿O alguna solución que le arregle el problema desde la raíz y de manera permanente?

Cada uno tenemos que meditar hoy en cómo podemos elevar nuestro Jesed, a que sea un Jesed permanente. Esto aún es un poco abstracto, quizás algunos de vosotros tenéis ejemplos, quizás algunos no. Pero sí podemos hacer un Jesed permanente con alguien específico y podréis hacer cada uno de vosotros un ejercicio práctico en el cual podréis activar la Sefirá de Netsaj de Jesed.

Quiero que te sientes y medites durante unos minutos ¿cuál es el más grande de los consejos que podrías darle a alguien? Medita bien, en todos los consejos que te han dado a ti, en todas las bendiciones que has tenido en tu vida, en todas las cosas buenas que has podido entender, que te han cambiado la vida para bien.

Conviértelo en un consejo y elige hoy a alguien a quien le vas a dar este consejo, que piensas que le va a cambiar la vida. No solamente por un momento, sino que cuando él entienda tu consejo, su cambio será permanente, un cambio de Netsaj.

Con esto estaremos haciendo de una manera muy sencilla una gran bondad con alguien, una bondad no solamente momentánea, sino una bondad permanente. Tienes que procurar que el consejo que das sea algo aplicable a la vida, para que tu consejo sea permanente.

Una vez alguien me dio un consejo de beber seis vasos de agua diarios. Y cuando me lo explicaba, insistiéndome con entusiasmo, que eso me cambiaría la vida para bien; desde que lo estoy aplicando me encuentro muchísimo mejor.

La bondad que él me hizo a través de su consejo es una bondad permanente, porque yo lo hago todos los días y no solamente yo lo hago, sino que invito también a mi mujer y a mis hijos a hacerlo, incluso a las personas que conozco. El Jesed no solo es permanente sino que es un Jesed que se multiplica.

Pasemos entonces a la palabra en el Salmo 67, nuestra cuarta palabra es: “Yaer” que significa ilumine y viene de la palabra “Or” luz.

Y es que hoy es el día de meditar en esa luz que no tiene fin, esa luz de dádiva y de bondad permanente, llamada El Or Ein Sof, la luz infinita, la luz del rostro Divino que se ilumina para con nosotros todos los días.

Pero debemos verla, así es que te invito a la meditación de esa palabra ” Yaer” mientras piensas en ella profundamente, pienses en tres cosas maravillosas que Dios ha influenciado, ha iluminado con su rostro sobre tu vida y así ilumines también la palabra “Yaer” de esta menorá interna.

¡No podía ir más ligada también la palabra del Rezo de Ana Bejoaj! Que es “Yemineja” diestra, mano derecha, que es la mano del Jesed, la mano es acción y la derecha es el Jesed.

Así pues, tanto en la palabra “Yaer” ilumine y en la palabra “Yemineja” diestra, mano derecha, meditemos profundamente en las bondades de la diestra Divina, del Jesed Divino que son permanentes para con nosotros.

Y con esto hemos terminado y con la ayuda del Creador, rectificado la Sefirá de Netsaj de Jesed.

Nos encontramos mañana. Un saludo y ¡Shalom para todos!