Día 5. Hod de Jesed

¡Shalom! Queridos participantes del proyecto “49 días para rectificar tus Sefirot”

Nos encontramos en el quinto día del Omer. Así pues hoy rectificamos la Sefirá Hod de Jesed. La Sefirá de Hod está del lado izquierdo del árbol de las Sefirot, debajo de Guevurá, está del otro lado de la Sefirá de Netsaj.

Mientras que Netsaj es un movimiento de influencia de dentro hacia afuera, en Hod encontramos todo lo contrario, tenemos un movimiento de afuera hacia adentro. Igual que todo el lado izquierdo, el lado del juicio, tenemos el lado de la contracción, en Hod se cumple también lo mismo.

No en vano Hod significa tanto agradecer como admitir. Cuando uno admite algo y también cuando uno agradece por algo, este es un movimiento limitante. Yo admito esto y nada más; agradezco por lo que ya tengo.

Cuando yo agradezco no estoy queriendo más, sino que me estoy conformando, por eso es que no se trata de un movimiento de dentro hacia afuera que se va a expandir, sino que es un movimiento que viene a limitar, que viene a contraer, que viene a fijarse en lo que ya hay.

Cuando uno está satisfecho, muy agradecido por la comida que ya tiene, no va ir a buscar más, normalmente, a no ser que tenga aún un grado de insatisfacción, que es lo que nos impulsa a buscar más. Así pues, del lado de Hod estamos ya agradecidos, admitimos lo que hay y contraemos nuestra influencia, nuestro movimiento de expansión desde dentro hacia afuera.

Una vez que hemos comprendido qué significa la Sefirá de Hod vamos a entender qué significa el Hod de Jesed.

Muchas veces no somos conscientes, no admitimos y no agradecemos todo el Jesed, tanto el Jesed que se nos da como el Jesed que nosotros estamos dando. Hace poco tuve el placer de hablar con una persona muy especial, que en este caso era una mujer, una gran madre, una gran esposa. Ella tenía logros sociales muy grandes, era una mujer que ha dado su vida por otros y para que a su alrededor la gente esté cómoda, contenta y tenga lo mejor. Sus hijos le están eternamente agradecidos, lo mismo su marido y toda la gente que la conoce.

El problema era que tal persona no era consciente, no estaba en un estado de admisión de todo el Jesed que ella estaba haciendo. Si no lo admite, mucho menos pudiera estar agradecida de todo lo que estaba haciendo, todo lo contrario tenía un sentido de insatisfacción. En cierto aspecto se sentía mala madre, mala esposa y quizás una persona poco social y poco querida.

Así que para despertar el Hod de Jesed tenemos que empezar admitir y a agradecer por todo el Jesed que tenemos la oportunidad de hacer. Poder hacer Jesed, es poder ser un canal del Jesed superior, el divino. Ser canales de luz que traen bondad al mundo y que lo iluminan.

Así que no debemos despreciar esta oportunidad, tenemos que ser muy conscientes de lo que podemos dar y cuándo lo damos y cómo lo damos. No podemos pensar que este es un proceso automático el cual estoy obligado a hacer y cómo estoy obligado a hacerlo lo tengo que hacer sin fijarme y sin valorarlo.

El poder hacer Jesed es una gran oportunidad que te ha dado el Creador. De la misma manera tenemos que ser conscientes y agradecer por el Jesed que el Creador hace con nosotros.

Así que de nuevo hoy utilizaremos la meditación reflexiva para ver el Jesed que nosotros hacemos, para ser conscientes de él y también para ser conscientes del Jesed que Dios hace con nosotros.

Para eso haremos una lista de nuevo y escribiremos cinco bondades que estamos haciendo con los demás. Pueden ser hijos, pareja, padres, amigos, en el trabajo. Cualquier persona con quien mantenemos alguna relación en otras áreas sociales o espirituales.

Escribe cinco bondades, las más grandes que estés haciendo y que no eres tan conscientes de ellas; ahora escríbelas, sé consciente de cada una de ellas, cosas que das por hecho.

No las des por hecho, sé consciente, también si se trata de preparar la cena todos los días a tus hijos, también si es lavarles la ropa, también si es aguantar el mal carácter de cierta persona, todo eso también es un Jesed.

Tienes que tenerlo en cuenta: escribe cinco bondades, que estás haciendo todo el tiempo para con los demás y sé consciente de ellas, luego da las gracias por ellas, que también es Hod. Da las gracias por poder ser canal de la bondad divina en el mundo.

En otro lado vas a escribir cinco bondades que el Creador está haciendo contigo todo el tiempo, que quizás estabas obviando y no eras consciente de ellas y así agradecerás por cada una en particular. Dando gracias por la oportunidad de estar recibiendo todas esas bondades. De esta manera estaremos rectificando la Sefirá de Hod de Jesed.

Pasemos pues al Salmo 67 y la palabra de hoy es: “Panav” y cuando la digamos meditaremos en el rostro Divino, a nivel metafórico obviamente, que es la fuente de toda luz, de toda bendición para con el mundo. También de toda bondad, porque las luces del rostro Divino según la Cabalá son luces de Rav Jesed, de gran bondad.

A través del ejercicio que hemos hecho y a través de ser conscientes de esa bondad que viene del rostro Divino estaremos conectando con Él. Estaremos poniendo nuestra atención en la fuente de todas las bendiciones que es el rostro Divino, equivalente a la Sefirá de Keter, según los escritos de la Cabalá.

No es que el Keter equivalga al rostro, pero a nivel de los Partsufim, que es un concepto más avanzado de Cabalá, las luces del Keter son las trecientas setenta luces que salen del rostro de Arij Anpin.

En el rezo de Ana Bejoaj nos encontramos con la palabra “Tatir” que significa libera y es que el agradecimiento y la admisión son una fuerza liberadora, nos libera de ese querer más todo el tiempo, que nos convierte a veces en esclavos de los actos y el agradecimiento viene a liberarnos por completo. El mayor sentimiento de libertad lo experimentamos cuando estamos agradecidos por lo que tenemos.

Con esto hemos terminado la rectificación de la Sefirá de Hod de Jesed.

Nos encontramos mañana, un saludo para todos ¡Shalom!