reflexiones coronavirus

Hay tanto por lo que agradecer…

Hoy todos estamos muy bien informados: en tal país tantos muertos, en tal ciudad tantos casos de infectados, en esta otra… tantos miles de personas en cuarentena en sus casas… ¿Te habías parado a pensar que en el siglo XIV se estima que de una peste murieron 25 millones de personas? Y si te fijas, se estima que esta peste llegó de China a Italia, y luego se expandió por toda Europa… ¿suena familiar no? 

Personalmente prefiero fijarme en cuanta Bondad Divina hemos recibido, que de un virus hoy día apenas muere gente, a causa de la higiene las enfermedades se transmiten mucho menos, tenemos medios para cuidarnos, ministerios de salud que nos dan precauciones… Hay tanto por que agradecer… Donde ponemos nuestra atención, ahí fluye la energía. Enfocados en lo positivo, desarrollaremos mas positivo, y esta es mi segunda reflexión: 

Enfócate en ¿qué si?¿cómo si? en lugar de ¿qué no?¿cómo no?

Todos están enfocados en que no. No viajar, no ir a lugares públicos, no dar besos, no tocarse la cara… Pero mira esta situación: ¿Qué si podemos hacer con esta situación? Donde la mayoría ven caos y entran en pánico, los que piensan “Qué sí” o “Cómo sí” en vez de “Qué no” o “Cómo no”, van a encontrar grandes oportunidades. ¿Tienes un restaurante y la gente tiene miedo de venir a sentarse en un lugar publico? Es quizás la mejor oportunidad que tengas para empezar a desarrollar un sistema de envíos de comida a los trabajos o a las casas. ¿Ha caído la bolsa? Quizás sea el momento de comprar inversiones a buen precio! ¡Qué y cómo sí! Se que es muy difícil tomar está actitud, y esto me lleva a la tercera reflexión: 

La influencia de los telediarios y noticias nos mantienen con una actitud negativa.

Es simple: Porque estamos influenciados por telediarios, noticieros, prensa y redes sociales. Lo he dicho ya varias veces pero… ¿Conoces algún telediario que tenga más buenas noticias que malas? ¡Obvio que no! La gente me dice que le cuesta tener gratitud en la vida, y no es de extrañar si cada día nos reúnen las 10 peores cosas que han pasado en el país y nos las dicen junto con imágenes estremecedoras para ponerlo mas picante. 

¿Cómo podremos ver la Bondad Divina entonces? No importa que todos los días haya millones de bendiciones por las que agradecer, lo importante es estar enterados de todas las desgracias que pasan en el país. Lo peor es que esto nos lleva a creer que la vida es algo negativo y nuestra creencia crea nuestra realidad… De este principio hablaremos en otro vídeo. De paso: El motivo por el cual los telediarios hacen lo que hacen, es porque conocen la psicología humana. El cerebro del ser humano tiende siempre a ser superviviente y a estar alerta de las cosas negativas. Por eso reacciona mas a noticias negativas y les presta mas atención. Así pues te invito a que hagas como yo: no miró televisión y no leo noticias. Y de ahí la cuarta reflexión que he tenido a raíz del corona virus:

La información relevante llegará a tí aunque no mires los telediarios.

Pues bueno, nada mas lejos de la verdad, sino todo lo contrario: Cuando no mires las noticias, solo te llegará la información que realmente es importante para ti. Por ejemplo: tenía que tener una conferencia en Barcelona a finales de este mes, pero no la voy a tener, porque me han informado que me va a ser un problema viajar a Europa y entrar de nuevo a Israel. Me pondrían dos semanas en cuarentena. Cuando he necesitado una información especifica, esta ha llegado a mí. No por ello tengo que enterarme de quien se ha suicidado en la otra punta de mi ciudad, porque prefiero salir a la calle y ver los miles que han decidido continuar viviendo.Y la quinta y última reflexión: 

Céntrate en lo que está bajo tu control.

Cuando la gente se enfoca en las cosas que no dependen de ellos entran en pánico, miedo, estrés, desesperación, etc. ¿Podemos hacer algo para que el virus no se extienda? Sí, hagámoslo. Más allá de eso: Si otros no lo hacen o se extiende más allá de lo que podamos hacer: Ya no es cosa nuestra. Yo he hecho lo que he podido: centrarme en lo que está bajo mi control me da: seguridad, sentimiento de responsabilidad, esperanza, tranquilidad… Desde ahí me es mucho más fácil tener fe de que voy a estar protegido. Centrarme en lo que pueda pasar que no está bajo mi control me dará lo contrario, así que céntrate en lo que dependa de ti. Lo que no dependa de ti, déjalo estar.